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Mi cuñada

Relatos hot




Hola a todos y a todas amigo/as del grupo de facebook , historias y relatos hot, espero les guste mi historia, tratare de ser lo mas claro posible asi logran sentir uds lo que vivi en ese momento .


Ese lunes desperté temprano como casi siempre. Yo no había podido dormir bien ya desde hacía más o menos 30 días desde que me practicaron una cirugía urológica y a eso hay que sumarle la fractura que tenia en el pié producto de un accidente de auto cuando me llevaba mi cuñada en su auto o sea en resumen estaba hecho pelota, todo mal.


Me levanté aun en medio de la penumbra y mi esposa Paola estaba todavía dormida roncando con la sábana medio envuelta en su torso.




Sus nalgas al descubierto apenas medio ocultas por su tanga color oscuro me provocaban una caricia. Acerqué mi mano para posarla encima de su piel, pero me detuve. Mejor que durmiera un poco más si aún su cuerpo lo necesitaba. Me fui al baño y mientras orinaba recordé que a las 10 am tenía cita con el urólogo para un seguimiento posoperatorio.


Mi mujer despertó media hora más tarde con su rostro hinchado de sueño y sus senos pequeños al desnudo. Se sentó a orinar en la taza del baño con la puerta medio abierta y pude oír su quejido. Desde hacía dos días se venía quejando de una molesta cistitis. La tarde anterior había ido a ver a su médico que le prescribió un tratamiento sencillo aunque incómodo. Después de haber tomado la ducha, mi esposa me pidió que la ayudara con el medicamento vaginal que debía aplicarse durante siete días. Se acomodó en el borde de la cama completamente desnuda y fresca del baño recién tomado, con sus piernas abiertas en posición de parto. Tuve cierto atisbo de excitación al ver su sexo allí explayado ante mis narices, pero yo no podía y no debía intentar nada sexual hasta tanto el médico no me lo indicara. Tomé la especie de jeringa sin aguja, llena de un medicamento pastoso y blancuzco, lo introduje en su vagina e inyecté la sustancia lentamente. Me lo agradeció con cierta incomodidad y rostro fruncido, se colocó una toalla higiénica, su calzón íntimo limpio, termino de vestirse y se marchó al trabajo algo fastidiada y sin ganas.




Yo quedé solo en casa aun disfrutando de mis días de incapacidad médica tras la cirugía practicada en mi p3ne y mi pie fracturado . Debía esperar a mi cuñada Sara que llegara más tarde para acompañarme la cita médica de control. Sara me había acompañado en todo mi proceso urológico, no solo por ser enfermera, aunque novata, sino porque disponía del tiempo que mi mujer no tenía por razones puramente laborales. Le habíamos pedido el favor de asistirme durante mi convalecencia y de hacerme compañía a las citas posoperatorias hasta que yo me pueda recuperar.






Sara llegó un poquito tarde como de costumbre pese a que vivíamos a solo media calle de distancia. -Cuñis ya llegué -me gritó desde abajo en la calle con sus manos puestas en su boca a manera de megáfono. Yo me asomé por la ventana de mi alcoba del segundo piso y la vi bajo la luz aplastante del sol intenso de la mañana. Le hice seña de que ya bajaba. Lo hice un tanto apurado para tomar el taxi y llegar a la cita a tiempo. Salimos a la calle principal y tomamos el primer taxi que pasó. Yo debía caminar despacio y con cuidado aunque francamente no era ya tan necesario que ella me acompañara puesto que pasados los días me comenzaba a sentir bastante recuperado y con el yeso en el pié me sentía bien dentro de todo.


Pero era mejor no ir solo porque tal vez requería de alguna recomendación o cuidado que Sara entendería y recordaría mejor que yo seguramente y además porque había sido ella quien amablemente me había estado acompañando en todo este tortuoso proceso y fue en uno de esos viajes donde choco con su auto y me fracture el pie .


Una vez en el consultorio y después que el médico y su asistente me observaron, aquel se sentó en su escritorio frente a mi cuñada y yo y con su voz jovial que no concordaba con la apariencia seria y pesada de su rostro me dijo: -Bueno señor ya Ud. está listo. La herida superficial ya secó completamente. Su p3ne parece estar apto y desinflamado ya lo suficiente como para entrar en acción. La curvatura creo que quedó bastante bien corregida y lo que resta es simplemente tener relaciones sexuales preferiblemente sin c0ndón para que puedas evaluar tu sensibilidad. Con cuidado eso sí. Ojala lo más frecuentemente que pueda. Debe volver acá en diez días para hacer un chequeo final y listo. Debe prestar mucha atención a la sensación durante el c0ito y el 0rgasm0. Si hay dolor, ardor o incomodidad etc. No debería haber nada de eso en principio. Así que señora consienta mucho a este señor –dijo mirando afablemente al rostro de mi cuñada que sonrió alzando una ceja con mirada de querer decirle al médico que ella no era mi mujer como él creía desde el principio, pero eso era un detalle innecesario y sin importancia en ese momento. Sara se limitó a sonreír y asentir moviendo rápidamente su cabeza. Salimos y justo en la puerta de la clínica antes de tomar el taxi de vuelta, le comenté a Sara que yo estaba contento con todo pero que había un problemita. -Qué pasó? -me interrogó con aire de preocupación. -No voy a poder practicar ni hacer nada en diez días. Tu hermana no puede tener s3xo porque anda con una cistitis. Se tiene que aplicar un medicamento vag1nal y debe abstenerse de s3xo vaginal quince días a partir de ayer. Es decir, le quedan catorce días aun sin poder hacer nada de nada. Pensé que ella te había comentado algo de eso. -No, no lo sabía. Ándale! que vaina! y ahora qué vas a hacer? -Se me ocurre llamar más tarde y cambiar la fecha de la cita como para dentro de un mes o cuarenta días. Así le doy tiempo a Paola de recuperarse y me cubro un poco más yo al tiempo, porque después ya en una o dos  semanas yo retorno a trabajar y probablemente me manden para la capital en unos quince días para una formación de tres o cuatro días, así que la cosa podría extenderse aún más tiempo. Mejor dicho que yo mi pinga me la voy a poder estrenar quien sabe cuándo. Estoy algo desesperado. La voy a tener que meter en un mofle de moto. -ja ja ja ay cuñis, que locuras dices y que pena contigo. Estás bien de malas. Jodida la cosa así. -Me va a tocar buscar otro culit0 por ahí, ja ja ja -Bueno eso es asunto tuyo, yo no me meto en eso ni le digo a mi hermana nada ja ja ja, así que bien puedes. La conversación quedo así.


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Durante el viaje de vuelta ella hablaba por celular y yo intente cerrar los ojos, pero el calor y el ruido de la ciudad que pasaba por la ventana del incomodo taxi no me lo permitía. Una vez llegamos a casa justo en la puerta del edificio nos despedimos. Ella marchó a su casa y yo subí tranquilo de saber que todo había salido bien y que solo era cuestión de tiempo. Podría pronto tener s3xo de manera más cómoda. Había valido la pena someterme a esa cirugía voluntaria y espontanea de corrección de curvatura de pene. De nacimiento mi pene vino con esa curva pronunciada hacia la izquierda que impedía desempeñarme sexualmente con comodidad y soltura.


Pasaron unos dias y mi cuñada nos avisa que su departamento estaba inundado ya que se había roto una de las cañerías principales de su departamento, luego de eso, su hermana y yo le dijimos que se viniera al nuestro hasta que solucionara sus problemas de cañerias y humedad ya que la verdad el departamento había quedado invivible.


La verdad que la convivencia entre los tres se desarrolló bastante bien, aparte mi señora iba a trabajar y quedábamos los dos y en esos momentos hablábamos bastante y ella me ayudaba bastante, ya que mi pie, aun le quedaban unos días para que le saquen el yeso que lo inmovilizaba.


Una mañana me levanté y justo cuando me disponía a decirle a mi cuñada que iba a mi habitación un momento,y que el desayuno estaba listo, ella salió del baño, con una toalla enrollada en el cuerpo y otra en la cabeza. La toalla no era demasiado grande. Lo justo para taparle desde sus generosos pechos, hasta el nivel de la braguita. Yo me quedé ahí quieto, todo avergonzado y mi cuñada exclamó:


-Cuñado!!! Qué es eso que tienes ahí??? Todo eso es tuyo? Ja jajaja!!!- Se reía maliciosa y descaradamente, como es ella…

-cuñada no sé lo que ha pasado y ya está, termina que nos vamos a desayunar

Ella no dejaba de mirarme el paquete. Parecía que estaba en una de esas películas cómicas, en que el protagonista graba una escena en la que está empalmado y exageran el detalle del paquete… pues así estaba yo.

Le pedí a mi cuñada que no quería hablar de trabajo, así que ella desvió su conversación a temas personales. Me estuvo contando que desde que dejó su antiguo novio, no ha vuelto a tener pareja fija. Que estaba harta de los hombres y que sólo los quería para f0llar. Que cuando conocía a un hombre disfrutaba de él y luego le daba la patada. Palabras textuales…

Yo le dije que con su hermana, últimamente la cosa en cuestión de sexo, iba bastante floja como ya le habia contado por mi problema urologico primero, donde ella además conocia bien, ya que el medico habia pensado que ella era mi esposa y porque mi señora estaba con cistitis ahora.

La conversación se estaba tornando más y más atrevida y en un momento ella me dice - Ahora pienso lo que le dije y me da vergüenza , bueno algo de verguenza dijo riendo

Mi cuñada se quedó callada bastante rato. No fue tanto tiempo, pero me pareció una eternidad.

-A ti nunca te diría que no, cuñado… dijo ella rompiendo el silencio.

Me quedé perplejo! No sabía que decir.

-A qué te refieres? le dije

-Pues lo que has escuchado, cuñado. Te debo tanto que nunca te diría que no… yendose a su habitación luego cerró la puerta tras de sí, dejándome aturdido y confundido.

Me fui a mi habitación y comencé a quitarme la ropa. Ahí estaba yo con una duda moral. Mi cuñada a escasos metros, Qué cuerpo dios mío!!! Se me vino la imagen de cuando salió envuelta en una toalla del cuarto de baño. Me imaginaba tirando lentamente de la toalla hacia abajo, viendo como resbalaba de su cuerpo húmedo, dejando al aire esos hermosos pechos, los cuales imagino con grandes pezones rosados y mirando hacia arriba… Mi p0lla si que estaba mirando hacia arriba. Comencé a acariciarme…

Escuché de pronto un portazo, en la habitación de mi cuñada. Me apresuré a ir hacia la puerta, la abrí con cuidado de que no me vieran desnudo y con la tranca al aire y vi como mi cuñada se disponía a irse.

Yo seguía tocándome mi mástil. Había cogido el aceite que te dejan en el baño, y comencé a masajearle la polla muy despacio. No sé… quería que fuera una pa-ja distinta.

A los diez minutos escuché otra vez la puerta de mi cuñada. Se escuchaba ruido en el interior de su habitación. Parecía enfadada, tirando las cosas haciendo mucho ruido. De repente sonó el móvil. Era ella. Lo descolgué y sin darme tiempo a contestar, me dijo…

-A ver cuñado eres tonto o qué te pasa!!! Dijo bastante enojada. Hay que decirte las cosas más claras? He ido a la farmacia a comprar un bote de lubricante. Colgando el teléfono a continuación.

Ahí estaba yo y toda mi sangre en el nabo. Pensé unos instantes…. Pero al final me decidí y me fui a la puerta de su habitación. Cuando fui a llamar la puerta estaba entreabierta y entré…

Ahí estaba ella tumbada en la cama totalmente d3snuda y haciéndome con el dedo índice "ven".

No muy decidido, me acerqué... comencé a besarle suavemente y ella me correspondió. Estaba aturdido, estaba cumpliendo un sueño que tenía, debo ser sincero, desde hace ya bastante tiempo.







Sus p3chos eran exactamente como los imaginé, redondos, con p3zones rosados y grandes y bastante más grandes de lo que parecía. Su c0ño estaba totalmente afeitado. Era suave y la mezcla de sus jugos íntimos hacía que me oliera a gloria. Tiene que saber mejor, pensé, así que me fui directo hacia él y comencé a succionar el clítoris suavemente, retorciéndose de placer. Mi lengua y mis labios, se encargaron de hacerle una comida de coño, como hace tiempo que no le hacían. No tardó en correrse. Yo para entonces estaba tan excitado que tuve que frenar porque temía correrme también demasiado rápido, pero fue imposible aguantar. La falta de s3xo y el momento hicieron que en el instante que ella se metió mi p0lla en su boca, me corriera dentro de ella, y llenándosela de l3che.

Nos quedamos besándonos después, muy relajados. Nuestras manos no paraban quietas, así que tardé poco en tener otra erección.

-Tienes una buena tranca cuñado, me dijo ella mirándomela muy de cerca. Representas un reto para mi, lo sabías?

-Un reto? Por qué?. Nunca habías visto una igual?

-Pues si te digo la verdad si las he visto, pero son pocas… muy pocas, dijo ella.

-Entonces cuñada? A qué te refieres con lo del reto?

-Cuñado que pronto olvidas las conversaciones,

-Si, pero lo que realmente quiero es hacer tu sueño realidad. Y no me refiero a acostarme conmigo, puesto que ya lo has hecho. Me refiero a eso que te da tantas vuelta en la cabeza últimamente. Sexo anal cuñado que no te enteras!!!

Me puse nervioso, mientras ella sacaba de una caja un bote con un gel transparente, cuyo nombre hacía alusión clara a lo que servía. Me cogió la p0lla y me embadurnó con bastante lubricante, masajeándomela y extendiendo bien el ungüento.

Se puso a cuatro patas y su cul0 bastante predispuesto a ser p3netrado. Primero quise ponerla bien caliente a si que le metí mi p0lla por su bien afeitado coño. Se quejaba de que le molestaba un poco al principio, pero pronto se relajó y aceptó bien adentro mi  v3rga.

Cuando se hubo corrido una vez, se la saqué despacio y encaré la punta de mi polla en su precioso cul0. Con algo de miedo y de inexperiencia comencé a empujar. Mi cuñada hizo el resto y pegó un retroceso rápido y fugaz. Ella se quejó y se quedó quieta. Le acababa de entrar en su agujero negro, los centímetros de mi carne y necesitaba acoplarse. Prefiero que tú no te muevas cuñado, déjame a mi…

Comenzó a hacer unos movimientos que en la vida me imaginaría que mi cuñada supiese hacer eso. La sensación era muy agradable y placentera, notaba como las paredes de su cul0 me abrazaban mi p0lla sintiéndola apretada. Poco a poco su cul0 se fue dilatando y la sensación fue algo más placentera y los movimientos de mi cuñada se aceleraron. Ella gemía como si se fuera a correr, pero el que estaba a punto de hacerlo era yo. De repente ella paró en seco. Yo estaba a punto de caramelo y ella frenó en seco!!!

-Quédate muy quieto, hazme caso…

-Pero cuñada… estaba a punto de correrme.

-Ya lo sabía por eso quiero que te estés quieto.

Si es verdad que estabas a punto de hacerlo, es el momento adecuado para parar y practicar un poco de sado contigo. Yo estaba un poco desconcertado y empezó a dolerme un poco los hu3vos.

Se levantó de la cama y sacó de su bolso un pequeño estuche y me lo dio. Me dijo que lo abriera. Abrí el pequeño estuche y saqué de su interior un enorme consolador. La verdad es que parecía más pequeño…

-Úntalo de lubricante y dámelo después, me dijo.

Así lo hice, pensé que iba a masturbarse mientras le seguía dando por culo. Lejos de lo que pensaba me tumbó en la cama y comenzó a hacerme una mamada, como nunca me la habían hecho. Mientras me la chupaba sus manos me acariciaban la zona perineal y alrededores de mi ano, Me temí lo peor. Uno de sus dedos entró en mi an0 dándome bastante placer, ya que no es lo mismo hacértelo tú mismo a que te lo hagan. Cuando mi an0 se adaptó a un dedo, metió un segundo y hasta un tercero. Todo ello sin dejar de meterse en su boca mi polla. En un momento pensé que había metido un cuarto dedo, cuando de repente comencé a sentir un impresionante placer en mi cul0, que me hizo olvidar el placer de mi polla. Mi cuñada le había dado al interruptor del consolador que me había metido. Tardé apenas unos diez o quince segundos en correrme. Fue impresionante, la cantidad de semen que pude soltar. Era tanto el placer que me quedé medio muerto en la cama y mi cuñada se reía, maliciosamente. La misma risa de cuando me vio empalmado a la salida del baño.

Quedamos tirados un buen rato , pero en realidad el destruido, por el placer, era yo ... aparte de mi pié ahora tenia un suave ardor en mi c0la, lo bueno era que por fin habia probado a mi p3ne y tal como me habia dicho mi doctor quedó muy bien y encima lo hice con la persona que el médico penso que era mi mujer ...tal vez fue todo premonitorio, la cosa es que asi arranco una muy buena relación con mi cuñada.
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